Durante el estampado, el serrado y la formación de materiales suelen utilizarse lubricantes a base de minerales, que deben eliminarse antes de continuar el tratamiento en baños de desengrasado.
Con el trovalizado esta fase intermedia no es necesaria: combina el desengrasado y el acabado en el mismo proceso. Con ello se ahorra trabajo de manipulación, tiempo y dinero.
El desengrasado y la limpieza también desempeñan un papel significativo en procesos de mantenimiento y reparación, por ejemplo, en el reacondicionamiento de piezas.
Utilizamos medios de procesamiento (compuestos) especiales, que eliminan la grasa a fondo. El efecto es especialmente intensivo, ya que debido a la colisión constante de los cuerpos abrasivos con la pieza el compuesto entra en contacto intensivo con la superficie, desprendiendo la grasa también mecánicamente.